ANTI-TRADING
13.- Zolpidem: mi primera experiencia con el descanso real
Hace unos días visité al psiquiatra y, tras hablar sobre mi dificultad para dormir, me recetó zolpidem para las noches. Después de dos días tomándolo, quiero compartir cómo me está yendo.
Cuando leí el prospecto, me llamó la atención la advertencia de que debía asegurar al menos ocho horas de descanso desde la ingesta, para evitar despertarme antes de que pasaran los efectos. Me hice ilusiones, porque llevaba mucho tiempo durmiendo muy poco y pensé que por fin podría descansar el triple de lo que dormía hasta ahora.
La realidad, al menos de momento, no está siendo exactamente así. Es verdad que el medicamento me deja “como un cesto” a la media hora de tomarlo, pero a las cinco horas exactas el efecto se desvanece y me despierto. Al principio sentí algo de rabia, porque lo que más deseaba era poder dormir más. Sin embargo, me di cuenta de que esas cinco horas han sido de un tirón, algo que hacía tiempo no experimentaba. Después, al levantarme, suelo comer algo y consigo “medio dormir” una hora más.
Lo importante es que noto la diferencia. Me siento mucho más ligero, sobre todo a nivel mental. Antes, los pensamientos se agolpaban en mi cabeza con una fuerza que no me dejaba desconectar. Era como tener el volumen al máximo, y eso me impedía disfrutar de lo que pasaba a mi alrededor. Intentaba estar con mis hijos, pero sus juegos y sus gritos me resultaban insoportables, aunque supiera que eran cosas normales de niños.
En cambio, en estos dos últimos días he podido jugar con ellos en la piscina, enseñarles juegos de cartas y disfrutar de momentos en los que mi mente estaba 100% presente. Ya no son pensamientos invasivos los que marcan mi día, sino una especie de “música de fondo” que me acompaña sin molestar. Esa calma me está permitiendo trabajar con más energía, organizar la casa, hacer ejercicio más intenso y, sobre todo, volver a sentir ilusión.
Me impresiona ver lo rápido que la mente puede cambiar de estado. Siempre he descrito mi cabeza como un Ferrari: con mucha potencia para pensar, imaginar, crear y recordar… pero también con la facilidad de salirse de control y dominarme. Ahora empiezo a sentir que tengo el volante en mis manos.
No voy a negar que tengo cierto temor a la medicación. El prospecto advierte que, a partir de un mes, existe riesgo de dependencia. Confío en que mi cuerpo se regule, tal como me dijo el doctor, y que pueda dejarla pronto. No me gusta la idea de depender de pastillas, aunque admito que el beneficio inmediato está siendo enorme.
No sé qué vendrá en las próximas semanas, pero hoy me quedo con algo muy valioso: he vuelto a dormir de verdad, y eso me está devolviendo la vida. Aprender a convivir con mi propia mente, con mis luces y mis sombras, sigue siendo mi gran reto. Y ahora lo afronto con la misma ilusión con la que un niño pequeño aprende del mundo.
Anti-Trading.com
© 2025. Todos los derechos reservados