66.- Ser sensible en un mundo de idiotas

Llevo un par de días que no me quito de la cabeza a Robe Iniesta.
Como no veo la televisión, me enteré de su fallecimiento al llegar a terapia, donde un compañero de rehabilitación me dio la noticia. Analizando después de estos dos días lo que sucedió, ahora incluso me resulta gracioso cómo me enteré.

Este compañero es muy peculiar. Visto desde fuera, cualquiera podría decir que le falta un verano. Yo lo veo diferente. Es un chico de unos 30 años (aparentemente, porque yo soy muy malo calculando la edad de las personas… incluso la mía propia; muchas veces tengo que echar cuentas desde la fecha de mi nacimiento y, en ocasiones, inconscientemente me viene un pensamiento que me dice que no me siento con la edad que tengo, sino más joven… no sé por qué... solo espero que esa "disonancia cognitiva " sea buena).

Este chico tiene mucho sobrepeso, es un tipo raro… habla raro… se nota que su cabeza no funciona como la de la mayoría de las personas. Su madre falleció hace un par de años y tiene mucho dolor por ello. En el taller de emociones al que asistí hace unos días expresó delante de todos que es muy llorón. Las psicólogas que estaban presentes le dijeron que no pasa nada por llorar, por expresar las emociones. Y así lo veo yo.

Por lo que sea, creo que le he caído bien a este chico y siempre que me ve por el centro viene a hablar conmigo. Durante las conversaciones, a veces surrealistas por las cosas que me cuenta, intento ser muy cariñoso con él, en el sentido de tomarme muy en serio todo lo que me dice, aunque algunas cosas son muy difíciles de creer, la verdad.

El pasado lunes, cuando llegué al centro, en cuanto me vio entrar vino a decirme que la acababa de liar otra vez, que había “jodido 120 euros” en la ruleta. Hace un mes me dijo que había robado a su padre para jugar… en fin, todo un caso. Él lo cuenta en la asociación para "purgar su pecado" . Como el mismo dice: si se es valiente para jugar, también hay que serlo para contarlo. Y ahí está, con su lucha.

Después me contó una noticia que había pasado en mi propio pueblo y que yo no había escuchado… y acto seguido me contó la del fallecimiento de Robe Iniesta. Desde ese instante ya no he podido quitármelo de la cabeza.

Es uno de los cantantes que me llevan acompañando desde que tenía 13 o 14 años… ya ni lo recuerdo. El cantante de las letras imposibles, de las metáforas difíciles de comprender. Como dice él mismo en las entrevistas, qué más da lo que quisiera decir en las canciones: él las escribió para emocionar, porque a él le emocionaban. Y lo que verdaderamente importa no es lo que él quiere transmitir, sino lo que esa canción te transmite a ti cuando la escuchas. Y puede transmitirte cosas diferentes dependiendo del momento de tu vida, o dependiendo de la persona que la escucha.

Desde luego, las canciones de Robe son pura magia. Tienen tanta letra creada desde el corazón, tan sincera, que es imposible que no te emocione cuando la escuchas. Y su música es tan diferente al resto que, una vez que lo conoces, no lo puedes soltar.

Ayer leí un tuit de una persona que decía algo así como: “Ahora resulta que todos eran seguidores de Robe”. Me quedé un momento parado pensando por qué esa persona tuvo que publicar eso… y acto seguido me puse a leer los comentarios que había dejado la gente. Le pusieron a parir. El que más me gustó fue: “Es que a todo el mundo le gustaba Robe”.

Me hace gracia que salga ahora gente criticando que le guste Extremoduro después de la muerte de su cantante. ¿Qué hay de malo en eso? En mi opinión, nada. Al contrario. Además, es natural. Se suele decir que no se valora lo que se tiene hasta que se pierde, pero no estoy de acuerdo. Prefiero decir que no valoramos lo suficiente las cosas hasta que se pierden. Porque sí que las valoramos; lo que pasa es que cuando se pierden te paras a sentir el vacío que se produce en tu cuerpo. Es una sensación física desagradable. Y no nos gusta sentirla. Pero es normal. Es el duelo por la pérdida de algo que te importa.

Yo puse en mis estados de WhatsApp, los días siguientes, un par de temas que me gustan mucho, precisamente para que la gente que ve mis estados y no conociera a este artista pudiera escucharlo. Yo suelo poner en mis estados, de vez en cuando, lo que estoy escuchando. Lo hago por mí, porque a veces quiero escuchar un tema varias veces al día y me resulta cómodo acceder desde ahí… y también porque, a lo mejor, esa canción que a mí me inspira algo, inspira a otras personas.

Me llama la atención la aparición de estas personas egoístas que se enfadan porque ahora alguien empieza a escuchar a Robe o a redescubrirlo. ¿Pero qué hay de malo en eso? En los tanatorios lo he detectado muchas veces.... Se puede percibir en el ambiente esa "lucha " entre personas para ver quien era más allegado.... Así es la sociedad. Que hipocresía.

Que lo importante es lo que tu sientas.!!, no lo que sientan los demás !!

Pero así nos educan desde pequeños. Parece que hay que competir por todo.

Yo había escuchado la mayor parte de su música, pero la verdad es que no había escuchado entrevistas suyas. Así que me he pasado un par de días buscándolas y escuchándolas, igual que me pasó con Antonio Vega o con otros artistas que admiro y que ya han fallecido. Me gusta mucho hacer eso. A veces busco entrevistas de gente porque me inspiran para sobrellevar mi vida. Me gusta escuchar a la gente a la que admiro. Siempre se aprende algo.

En una de esas entrevistas me enteré de que tiene un libro publicado. No tenía ni idea. Lógicamente fui corriendo a intentar comprarlo, porque la música la tengo accesible, pero el libro no. Y últimamente los libros van " cayendo " rápido en mis manos. Sé que está en PDF, pero a mí me gusta comprar los libros que leo , que le vamos a hacer... Pero, sorpresa!!: agotados. En todas las páginas. Me sorprendió también que un libro de 20 euros se ofreciera en Amazon por más de 200. Así de enferma está la sociedad. De verdad quieres el libro para revenderlo ? Joder!!!.... otros simplemente queremos leerlo.

Entré en la página oficial de Robe y puse un aviso para que me informen por correo de cuando se reedite, porque está claro que lo publicarán de nuevo. Ya lo compraré. Y si no me queda más remedio, lo leeré en PDF, aunque eso sí me dolería.

No quiero criticar a nadie, porque cada uno puede hacer lo que le dé la gana. Pero me quedo con un par de ideas que comenta Robe en sus entrevistas para aplicar a este proyecto que estoy construyendo con este blog y con los libros que quiero publicar: qué más da si lo que escribo gusta o no a la gente, si la mayoría de la gente que hay por ahí son idiotas. Lo que importa , en mi caso, es escribir lo que siento. Si alguien lo lee y le gusta, perfecto. Si lo lee y no le gusta, perfecto también.

El objetivo es que me sirva a mi. En mi proceso de rehabilitación. En mi forma de vivir. Escribir me aporta cosas que no me aporta nada más. Y muchas veces no he escrito por lo que puedan pensar los demás. Sinceramente , me va empezando a dar igual lo que piense la gente. Y cada día mas.

En la sociedad en la que vivimos, creo que deberíamos agarrarnos mucho a esta idea, porque muchas veces no vivimos nuestra vida por pensar en lo que dirán los demás. Y ahí tiene toda la razón.

Cuando sea mayor, me gustaría ser como Robe: una persona pura, capaz de expresar lo que le da la gana porque le da igual lo que piensen los demás, pero sin perder el respeto a todas las ideas; una persona con una sensibilidad tremenda, que se seguía poniendo nervioso antes de cada concierto; una persona que escribía desde el corazón, desde las emociones; una persona capaz de decir “iros todos a tomar por culo” y quedarse tan a gusto.

Grande, Robe.!!

Hasta siempre, siempre, siempre!!