70.-Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos,

Hace tiempo que no os escribo. Me gustaría iniciar la carta como hacía hace años, cuando era niño, diciendo que este año me he portado bien. Pero la verdad es que no lo sé… llega un punto en el que uno ya no sabe si lo que hace es correcto o no lo es.
Lo que sí puedo asegurar es que estoy haciendo todo lo posible por estar bien y ser un buen padre de familia, lo cual no es nada sencillo con todas las cargas y responsabilidades que tengo.

Ahora mismo solo deseo una cosa: poder dormir. Son las 4:00 de la mañana y llevo en la cama desde las 22:00 sin haber podido dormir absolutamente nada. He tomado melatonina, infusiones, ColaCao, he hecho respiraciones… y nada. No puedo. Mi sistema nervioso está muy alterado por todo lo que estoy viviendo y soy incapaz de hacer que vuelva a un estado de calma.

Ayer a mediodía, tras finalizar una reunión importante de trabajo que me supuso un alto desgaste y sobrecarga emocional, pasé la tarde con mis hijos llevándoles y recogiéndoles de las extraescolares. Sabía perfectamente que algo no estaba bien por las sensaciones físicas en el pecho y en la cabeza. Bombardeo de pensamientos intrusivos que se veía que me iban a hacer pasar mala tarde y mala noche.

Hice dos meditaciones, una a mediodía y otra a media tarde. Fui a la piscina a nadar todo lo rápido que pude para quemar cortisol. Dibujé para calmar la mente. Pero a última hora de la tarde recibí la llamada del presidente de la asociación de rehabilitación, diciéndome que al día siguiente los de la TV de mi comunidad autónoma querían hacer un reportaje sobre bolsa y querían información. Me preguntó si podía ir.

Inicialmente le dije que no, que no estaba preparado, que soy muy tímido. Él me respondió diciendo que a él le parecía que soy muy lanzado, pero que no quería presionarme. Así que quedamos en no hacerlo.

A la media hora, tras haberlo pensado y creer que era una buena oportunidad para ayudar a los demás aportando un poco de mi experiencia, le dije que si podía darme el teléfono de los de la TV para hablar con ellos y que me contaran, pues de ninguna manera lo haría si había que mostrar mi cara o mi voz. Así que llamé a la directora de la TV y ella me explicó lo que querían hacer. Me pareció un programa muy interesante, así que acepté.

De forma que llevo toda la noche alternando pensamientos de la reunión con pensamientos respecto a lo que puedo contar en la entrevista. Ahora mismo estoy destrozado físicamente. No tengo energía y me preocupa mucho lo mal que lo estoy pasando. Sé que es una mala racha, todo pasará. Son ciclos de estar bien y estar mal. Solo espero que no tarde mucho en llegar el ciclo bueno.

Mi corazón se acelera al pensar en la entrevista, pero en el fondo me gusta; es una experiencia bonita. Ayer también tuve una buena noticia: mis abogados van a presentar ya la demanda de la Ley de Segunda Oportunidad. Así que, aunque la espera se ha hecho larga, poco a poco se ve que seguimos avanzando.

Quedan apenas dos horas para que tenga que levantarme para trabajar. A mi izquierda, infusión doble de tila. Espero que haga algo. Espero que escribir un poco ayude a calmar mi mente. En cuanto publique este artículo me acostaré de nuevo, con una meditación para dormir, intentando al menos dormir dos horas para no estar reventado mañana.

Ojalá se cumpla mi deseo para el próximo año: dormir bien.