ANTI-TRADING
El autoengaño silencioso: adicción al trabajo y adicción al trading


Hace poco vi un vídeo en YouTube sobre la adicción al trabajo que me hizo reflexionar profundamente. Se hablaba de lo difícil que es que una persona se dé cuenta de que tiene este problema, porque trabajar mucho está socialmente aceptado. Es incluso admirado: ser “trabajador incansable” es un elogio. Sin embargo, puede convertirse en una de las adicciones más peligrosas.
En el vídeo explicaban que cuando alguien tiene una adicción a sustancias, como la cocaína, suele tardar de tres a cuatro años en darse cuenta de que tiene un problema. Un alcohólico puede tardar diez o quince años en reconocerlo. Pero en el caso de la adicción al trabajo, el reconocimiento es aún más complicado: casi nunca se evidencian señales claras hasta que aparecen enfermedades físicas, problemas familiares graves o un consumo asociado de sustancias.
En mi opinión, algo muy parecido ocurre con la adicción al trading o la inversión en bolsa.
Otros juegos de azar como las tragaperras, la ruleta y otros juegos de casino, están relacionados socialmente con la ludopatía. Creo que cuando vemos a una persona en un bar jugando constantemente en las tragaperras, a nadie se le pasa por la cabeza que esta persona tenga un método para ganar dinero a la tragaperras y rápidamente reconocemos que seguramente este persona tiene un problema con el juego.
Sin embargo, en el caso del trading no es así. Está tan aceptado socialmente invertir, “apostar” en mercados financieros o seguir cursos de trading, que incluso se percibe como una actividad inteligente y sofisticada. Se le asocia estatus y éxito. Todo esto crea un autoengaño muy poderoso: la persona cree que está “invirtiendo” o “formándose para su futuro”, cuando en realidad puede estar cayendo en una dinámica adictiva.
En mi propio caso, ese autoengaño fue especialmente fuerte. No solo invertía mis ahorros, también llegué a pedir préstamos con la ilusión de recuperar lo perdido y con la idea persistente de poder vivir del trading. En mi cabeza seguía siendo posible: pensaba que, con todos los conocimientos que tenía y que iba adquiriendo, era cuestión de tiempo. Esa es, para mí, la trampa más peligrosa del trading cuando se convierte en adicción: el autoengaño.
El verdadero problema no son solo las pérdidas económicas, sino esa creencia firme de que “la próxima operación lo arreglará todo”, que “ahora sí tengo la estrategia definitiva” o que “solo necesito un poco más de capital para demostrar que puedo vivir de esto”. Ese pensamiento alimenta la adicción, la mantiene viva y puede llevarte muy lejos antes de que seas capaz de reconocer que tienes un problema.
Tardé más de 12 años en tocar fondo y reconocer que tenía un problema. Incluso, para que el lector se de cuenta de la gravedad de esta enfermedad, una parte de mi aun sigue diciéndome que en realidad yo no tengo ningún problema, sino que simplemente tuve mala suerte con las operaciones que hice.
La adicción es precisamente eso: la enfermedad del autoengaño. Cuando aprendas un consejo, que escuché precisamente en el canal de youtube de este artículo que menciono, estarás en buen camino para recuperarte: cuando eres adicto a algo, no tienes que hacer " ni puto caso " a tu cabeza. Como hagas caso a tus pensamientos , tienes un serio problema, porque tu cabeza se las va a ingeniar para llevarte de nuevo al consumo, ya sea de sustancias o comportamentales.
Por eso considero vital hablar de estos temas, compararlos con otras adicciones socialmente aceptadas y poner sobre la mesa que la ludopatía bursátil existe. Cuanto más naturalicemos este debate, más fácil será que otras personas reconozcan antes los signos de alerta y pidan ayuda.
Puedes ver el vídeo que inspiró este artículo aquí:
🔗 https://www.youtube.com/watch?v=M38e1Zn2BVU
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